lunes, 16 de febrero de 2015

Croquetas dulces



Con esta receta participo en el Reto de Febrero 2015 de Cocineros de Mundo en Google+ en el apartado de Dulce

Hola a todos!!! Desde hace tiempo que tenías ganas de hacer unas croquetas dulces, pero no me terminaba de decidir sobre que masa usar. Así que me incliné por hacer la crema que más le gusta a mi maridín...la crema pastelera.

Para hacerlas usé el truco de las dos cucharas, pero mejor vayamos paso a paso y empecemos por el principio.

Ingredientes

5 yemas
150 azúcar
70 g de maicena
400 ml de leche
100 ml de nata
1 vaina de vainilla (o 1 cucharadita de café de esencia de vainilla)
1 huevo
125 g de almendra molida
Aceite de girasol para freír

Lo primero que vamos a hacer es preparar la pastelera. Para ello ponemos la leche y la nata en una pota; abrimos la vaina de vainilla por la mitad y rascamos las semillas. Las echamos dentro de la pota y calentamos.

Mientras batimos las yemas con el azúcar hasta que estén cremosas. Añadimos la maicena y batimos un poco más hasta que se integre todo. 

Cuando la leche empiece a burbujear, la retiramos del fuego y con ayuda de un cucharon sacamos un poco de líquido y lo agregamos a las yemas azucaradas. Mezclamos bien y las vertemos en la pota de la leche y nata. Llevamos al fuego nuevamente sin parar de remover con ayuda de unas varillas. Lo haremos a fuego lento, y en cuanto empiece a espesar la apartamos del calor.

Ahora vamos a volcar la pastelera en un cuenco, y las tapamos con papel film en contacto con la superficie. Dejamos que se enfríen y las llevamos a la nevera durante 2-3 horas. Lo ideal sería hacerla el día anterior y dejarla toda la noche en la nevera.

Cuando esté bien sólida, la sacamos de la nevera, y con ayuda de dos cucharas vamos formando las croquetas. Las pasamos por huevo batido, y las rebozamos con la almendra molida, como si fuera pan rallado.

Una vez que las tengamos todas hechas, calentamos el aceite y las vamos pasando hasta dorarlas. No debemos dejarlas mucho tiempo porque se quemará la almendra y se nos desharán las croquetas. Las dejamos reposar sobre papel de cocina para absorber el excedente de aceite. Las dejamos enfriar, las cubrimos con papel film (sin presionar) y las metemos en la nevera durante 30 minutos mínimo.


Las podemos servir como merienda con un vaso de leche fría...


O como postre después de una comida.


Lo mejor es que la pastelera queda cremosa y conserva su sabor intacto. La almendra que da crocante y le da un puntito extra de sabor. 

Si queremos que queden aún más crocantes, las rebozamos con copos de maíz machacados (los típicos del desayuno).

Lo más divertido es ver la cara de la gente cuando de postre les pones una tapita de corquetas...jajajjaja el aspecto es de unas de jamón!... Bromas a parte, mi consejo es que os animéis a preparalas, porque están de vicio!

Nos vemos pronto!

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